Zhang Yimou es uno de mis directores preferidos. Lo descubrí en el año 2000 al ver "Camino a casa" (1999). En esta sencilla y conmovedora cinta el director chino conseguía, sin grandilocuentes efectimos, definir un preciso y precioso retrato del amor. En contadas ocasiones se combinan con tanta maestría todos los ingredientes necesarios para que una película se transforme en poesía. Bien, pues "Camino a casa" es uno de esos milagros.
Después vendrían producciones magníficas, como la épica "Hero" (2002), "La casa de las dagas voladoras" (2004), "La maldición de la flor dorada" (2006) o "Amor bajo el espino blanco" (2010), también nominada para los Premios Fleischman en ediciones anteriores.
Es cierto que Zhang Yimou tuvo una tensa relación con el régimen chino, que prohibió en su país la proyección de alguna de sus películas, pero esas discrepancias se han ido desvaneciendo hasta el punto de que el partido comunista le "solicitó" en 2008 que dirigiese y coreografiase la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing. Ahora es señalado como colaboracionista del régimen. En fin, nunca llueve a gusto de todos y prueba de ello es que un sector de los críticos cinematográficos lo infravaloran porque entienden se abandona a la estética, al preciosismo artificioso y superficial. Yo no estoy de acuerdo en absoluto con esta premisa, porque las historias que narra siempre están cargadas de afectividad, sentimiento y ternura. La maravillosa y cuidada fotografía de sus producciones y su exquisita concepción de la belleza, han hecho de Zhang Yimou uno de los directores con mayor proyección internacional, respaldada ésta por la aceptación del público y de los grandes festivales de cine europeos: Cannes, Venecia y Berlín.
Por otra parte, cualquiera que me conozca sabe que me apasiona el cine sobre la Segunda Guerra Mundial. No en vano, la mayor parte del contenido de mi web www.unaguerradecine.com, se centra en un recorrido por los principales hitos del mayor conflicto armado de la historia de la humanidad y su reflejo en el celuloide. Así que, si uno de mis directores favoritos filma una película localizada cronológicamente en el preludio de este triste episodio, es inevitable que yo disfrute de su visionado. No puedo ser objetivo.
En "Las flores de la guerra" el aclamado cineasta vuelve a centrarse en su fascinación por las mujeres hermosas, fuertes y decididas. En el contexto de la más aberrante depravación, la idea del sacrificio en aras de un bien mayor vence al egoísta, pero muy humano, instinto de supervivencia. Las protagonistas, acompañadas por un cínico Christian Bale en pleno proceso de redentora trasformación, nos regalan un generoso ejercicio de incuestionable bondad que nos obliga a seguir creyendo en el género humano.
El mayor problema de la película es que soporta con dificultad la comparación con la brutal y soberbia "Ciudad de vida y muerte" (2009) de Lu Chuan, que también fue nominada en su día para los Premios Fleischman. Las dos producciones narran la masacre de Nanking en 1937, una de las más desgarradoras fases de la guerra chino - japonesa, que sería obertura preliminar de la Segunda Guerra Mundial. Las tropas niponas del Imperio del Sol entraron en la ciudad a sangre y fuego, llevándose la vida de cerca de 300.000 personas y realizando más de 20.000 violaciones. He leído críticas en las que se acusaba a ambas películas chinas de no contemplar matices en los combatientes japoneses, pero me parece ridículo intentar ponderar las atrocidades cometidas por el ejército imperial, dada la magnitud de este sanguinario exterminio. La mayor y más cara superproducción del cine chino es quizá menos contundente que "Ciudad de vida y muerte", pero está plagada de sutilezas visuales de enorme belleza. Las escenas bélicas son espectaculares y las interpretaciones de los actores muy sólidas. En consecuencia, debemos concluir que "Las flores de la guerra" es una gran película y que algunos de sus detractores, cegados por la inquina hacia su país de origen, son incapaces de ver el talento inherente en todo su metraje.
- Título original: Jin Ling Shi San Chai (The Flowers of War)
- Año: 2011
- Duración: 146 min.
- País:
China
- Director: Zhang Yimou
- Guión: Liu Heng (Novela: Yan Geling)
- Música: Qigang Chen
- Fotografía: Xiaoding Zhao
- Reparto: Christian Bale, Ni Ni, Xinyi Zhang, Shigeo Kobayashi, Atsurô Watabe, Dawei Tong,Tianyuan Huang, Paul Schneider, Bai Xue, Takashi Yamanaka, Shawn Dou, Kefan Cao, Hai-Bo Huang, Junichi Kajioka
- Productora: Coproducción China-Hong Kong; Beijing New Picture Film Co. / EDKO Film / New Picture Company
La presente crítica ha sido publicada anteriormente en su perfil personal de Facebook. Pedro Alonso ha dado permiso expreso a WW2live.com para reproducirla y compartirla a través de sus redes sociales. Pedro Alonso es autor del libro "1944 Una Guerra de Cine".
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