Desde 1943, la Octava Fuerza Aérea operaba las fortalezas volantes B-17 desde bases en Inglaterra. En un principio, los cazas no podían escoltarlos hasta el final de sus misiones y los bombarderos tenían que defenderse solos en las denominadas "Box", donde toda la fromación permanecía junta y aprovechaba la gran cantidad de ametralladoras disponibles para defender todos sus ángulos del ataque de los cazas enemigos. Además, la artillería antiaérea o "Flak" los derribó por cientos. Las pérdidas fueron cuantiosas y el árma aérea sufrió las mayores bajas de la guerra.

Durante sus misiones bombardearon la industria y comunicaciones alemanas, pero su otro cometido secreto era hacer salir a los cazas de la Luftwaffe para disezmarlos de cara a obtener la superioridad aérea durante el desembarco de Normandía.

El Memphis Belle, bautizado así en recuerdo de una antigua novia, fue el primer bombardero del 324 Escuadrón en completar su ciclo de 25 misiones. La tripulación volvió a casa y participó en una gira para incentivar la venta de bonos de guerra.

Su capitán R.K. Morgan, se reenganchó en la fuerza aérea y pilotó una superfortaleza volante B-29 en el Pacífico hasta la rendición de Japón.